LO MIO ES EXCESO DE INTELIGENCIA.
TENGO TAL CANTIDAD, QUE NO ME CABE EN LA CABEZA Y HA TENIDO QUE REPARTIRSE POR TODO EL CUERPO.
NO SÉ QUIÉN DIJO ESTO, PERO TENÍA MUCHÍSIMA RAZÓN.

viernes, 17 de septiembre de 2010

VAMOS A PONER ORDEN

Vamos a perder el miedo a usar la palabra “dieta”.

Seguir una dieta no significa comer poco para adelgazar,
Una dieta es una pauta de alimentación,
Puede ser para adelgazar, engordar, tratar una enfermedad o mantener la buena salud.

Nosotros, los operados de cirugía bariátrica, seguimos una dieta y la deberemos seguir toda la vida si queremos conservar los efectos de la operación.
Pero esto no es para nosotros una esclavitud, como lo era antes de operarnos y se limitaban alimentos, cantidades, nos poníamos de mal humor y la báscula oscilaba por momentos.
Ahora es distinto.

Sólo debemos tener claras unas sencillas pautas.

1-La primera y básica es dar prioridad a la proteína.
Comer antes los alimentos proteicos como carne, pescado, legumbres, huevos, queso y después, si nos cabe, el resto.

2-Nada de grasas y mucho menos fritos.

3-Nada de azúcar añadido: dulces, bollería industrial, caramelos y productos azucarados.

4-Nada de bebidas gaseosas o con azúcar o con alcohol.



Es muy fácil de recordar:

1º PRIORIDAD A LAS PROTEÍNAS
2º NO GRASAS
3º NO AZÚCARES
4º NO BEBIDAS CON GAS, AZÚCAR O ALCOHOL


Sé que algunas personas ya operadas no siguen bien la alimentación.
He visto como comen, por ejemplo, patatas fritas o toman bebidas dulces, con gas o alcohol.
O un helado, postre azucarado o bollería industrial sin pestañear, como si fuese la cosa más natural.
Es una pena que lo hagan porque se han sometido a una operación muy seria, muchas horas de anestesia y muchos riesgos, para luego hacer las cosas mal.
Espero que piensen un poquito lo que hacen a partir de ahora.
Aunque lo dudo, porque me toman a broma y me piden permiso para comer grasas y pasteles.
Yo les contesto, en broma, que si son light si pueden comer, pero creo que pasan de todo.
Soy, dicen, mamá Anna.

Deberían hacer un repaso de las clases que nos dio Luci antes de operarnos.

En este momento, recién operados, es fácil adelgazar incluso haciendo las cosas mal.
Pero este tiempo, un año o año y medio, lo tenemos que considerar un entreno. Pasado este tiempo nuestro cuerpo volverá a funcionar como antes.
Si no hemos usado estos meses como aprendizaje para saber comer, volveremos a engordar sin remedio.
Y lo único que podremos hacer es volver a las dietas estrictas y sin resultados, como antes.
Ésta es la última opción que tenemos, después de esta operación no hay nada.

Por eso es tan importante que ahora hagamos las cosas correctamente, incluso estrictamente, para que cuando todo vuelva a la normalidad sepamos comer bien.



Entonces podremos permitirnos, muy de vez en cuando, un trocito de pastel…en un cumpleaños, un helado…en vacaciones, unas patatas fritas…una vez al año, ese día que fuimos a hacer un vermú…
Sólo muy de vez en cuando, como deberíamos hacerlo todos para mantener nuestra salud en buenas condiciones.

Luci nos recalcó, incansable, que nos operan el estómago no el cerebro.
Saber usar la cabeza es cosa nuestra.

Para eso son de mucha ayuda las reuniones post-operados.

Puedo parecer perfeccionista o mandona, pero no es así.
Nos hemos operado para tener una mejor calidad de vida y es una lástima estropear lo que hemos hecho por unas patatas, unos dulces, comidas con grasa o bebidas con azúcar, que no aportan nada bueno.
Al contrario, deshacen todo lo que nos ha costado tanto conseguir.
Y no me sirve que me digáis que por una vez no pasa nada, porque sí pasa.

No quiero excusas, os quiero sanos.
¡Os quiero!